miércoles, 13 de enero de 2010

EL MÉRITO DE ABRAHAM (Extractos del Zohar)

Texto Substraído de: LA PUERTA

Traducción y notas: Carlos del Tilo


«Y después de esto, Abraham enterró a Sarah su mujer, en la caverna del campo de Macpelah, delante de Mamré, que está en el Hebrón, en el país de Canaán. Y el campo y la caverna que en él se halla se alzaron para Abraham como posesión de sepultura procedente de los hijos de Het» (Génesis. XXIII, 19-20)

Comentario del Zohar (I- 127a-128b):

Abraham conocía la calidad de esta caverna de Macpelah y tenía allí su corazón y su gozo, pues ya había entrado allí y había visto a Adán y Eva amortajados. ¿Cómo sabía que se trataba de Adán y Eva? Lo sabía porque había visto la forma de Adán y contemplado allí una puerta abierta al Jardín del Edén; pues esta forma de Adán estaba allí, cerca de la puerta.

Ven y ve: Aquel que contempla esta forma de Adán no puede escapar a la muerte, o sea, que ha de morir inmediatamente. Pues cuando el hombre va a abandonar este mundo, ve al Adán primero y en este momento muere. Pero Abraham contempló y vio esta forma, y sin embargo, sobrevivió...

Abraham tenía un gran deseo de ser enterrado en esta caverna doble de Macpelah; antes de enterrar a Sarah ya había penetrado en ella.

Ven y ve: Cuando Abraham penetró `por primera vez en la caverna, vio allí una luz y la tierra se apartó delante suyo y descubrió dos tumbas. En el mismo instante, Adán se alzó en su tumba y en su forma, vio a Abraham y sonrió. Y Abraham supo en sí mismo que en el futuro sería enterrado allí.

Abraham le dijo: Te lo ruego (dime sí) ¿es éste el palacio sin techo? Como para decir que estaba extrañado, pues en la caverna de Macpelah –cuya explicación es: una caverna dentro de una caverna–, tenían que haber reinado las tinieblas más absolutas, y sin embargo, veía una luz como en una casa sin techo, abierta hacia lo alto.

Y Adán le dijo: El Santo, bendito sea, me ha ocultado aquí, y desde entonces hasta ahora me he escondido como un pez en una zanja... A partir del momento en que vienes para el mundo, ahora y en lo sucesivo, ya hay una existencia para mí y para el mundo gracias a ti.

Explicación: Hasta la llegada de Abraham, Adán y el mundo estaban privados de la perfección y por esta razón, él mismo tenía que permanecer oculto, a fin de que las cortezas no se apoderaran de él. Pero cuando vino Abraham para el mundo, lo restableció a él y al mundo, y ya no tendría que estar oculto. Y esto es lo que está escrito: En lo sucesivo hay una existencia para mí y para el mundo gracias a ti.

Rabbí Simeón dijo: Cuando Abraham entró en la caverna y trajo a Sarah, Adán y Eva se alzaron y no quisieron que Adán y Eva fueran enterrados allí. Dijeron: ¿Es acaso poco que estemos en vergüenza en el mundo ante el Santo bendito sea a causa de la falta que hemos cometido? Y ahora una segunda vergüenza se añadirá a nosotros, sentimos vergüenza ante vuestras buenas acciones.

Abraham les dijo: Estoy dispuesto a suplicar al Santo bendito sea por ti, a fin de que nunca más tengas vergüenza ante Él, o sea que le perdone totalmente la falta. Inmediatamente después, Abraham enterró a Sarah su mujer. ¿Qué quiere decir «inmediatamente después»? Esto significa: después de que Abraham hubiera aceptado rezar por Adán como acabamos de explicar.

Adán volvió a su lugar, pero Eva no regresó, pues había incitado a Adán a pecar, según está escrito: "La mujer que has colocado cerca de mí..." y tenía miedo de que Adán no la recibiera. Pero cuando Abraham se le acercó, y la introdujo cerca de Adán, entonces éste la recibió gracias a Abraham. Y lo que está escrito: "Inmediatamente después, enterró a Sarah su mujer". No está escrito Sarah, sino eth Sarah, lo que significa Sarah y con ella Eva, pues Abraham la hizo volver a la tumba.

Entonces Adán y Eva fueron apaciguados en su lugar como conviene. Y es lo que está escrito: (Génesis II, 4): «He aquí los engendramientos de los cielos y de la tierra cuando fueron creados (bahibaram)». Y hemos aprendido que puede leerse be-abraham, ‘en Abraham’, pues en bahibaram están las letras de be-abraham; esto nos enseña que es en Abraham donde Adán y Eva hallaron el reposo.

En efecto, los engendramientos de los cielos y de la tierra son Adán y Eva. Pues no está escrito: «He aquí los cielos y la tierra», sino «he aquí los engendramientos de los cielos y de la tierra» a fin de dar una enseñanza sobre Adán y Eva, pues no se trata de los engendramientos de los hombres. Y a propósito de ellos, la Escritura dice que fueron realizados (existieron) gracias a Abraham. ¿Y cómo lo sabemos? Porque está escrito (Génesis XXIII, 20): «El campo y la caverna que en él se encuentra se alzaron (o ‘adquirieron valor’, vaigam) para Abraham». Mientras Abraham no había venido, Adán y Eva no fueron realizados en este mundo. Es para decir que la explicación de la palabra vaiagam, se alzaron, se refiere a la «existencia». «El campo y la caverna que en él se encuentra»: esto se aplica a Adán y Eva que están allí.

Para Abraham» esto quiere decir: gracias a Abraham. Adán y Eva fueron realizados (o tomaron consistencia) gracias a Abraham.

Nota del traductor:

La obra de Abraham, o sea, la venida del Mesías, reúne de nuevo al Hombre y a la Mujer primordiales que habían sido separados por la falta original.

En esto consiste la obra de los Justos, cuyo arquetipo es Abraham, como lo afirma el Zohar en otro fragmento que ofrecemos a continuación.

Zohar I, 87b: Ven y ve: Cuando se encuentran Justos en el mundo, las bendiciones son atraídas para los mundos, como está escrito: (Génesis XXI, 2): «Te bendeciré... y serás bendición». ¿Por qué «y serás bendición»? Esto hace alusión al hecho de que gracias a su mérito, serán bendecidos los mundos de arriba y de abajo, según está escrito: (Génesis XII, 3): «Todas las familias de la Tierra serán bendecidas en ti», o sea: los mundos de abajo. «Y bendeciré a aquellos que te bendecirán», o sea: los mundos de arriba.

Nota del traductor:

La redención del hombre caído en este mundo no puede, pues, realizarse más que gracias al mérito de los Justos que atraen la bendición de arriba sobre el mundo de abajo.

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