LA TRADICIÓN, LA KÁBALA
EN una de sus crípticas páginas el Zohar comenta que los “secretos” sobre la vida y la muerte, la profundidad y belleza del Pardés –o Huerto del Nogal-, los conocen aquellos que “trabajan el campo”.
Se trata de una referencia obvia al ciclo que anima a los cultivos, en el cual la agricultura o Jaklaut aparece como un modelo fiable del proceso interior, ya que lo que la semilla es a la planta es la letra a la palabra; y aquello que nos permite alimentarnos de la naturaleza no difiere, en esencia, de la substancia de la parábola –hecha de verbos y de números- que nutre nuestro espíritu. Ambas dimensiones –la natural y la sobrenatural- tienen en común el valor de “grabado”, de
“excavado” que se concede a la Ley o jok que las hace posibles; ley presente, como se ve, en jaklaut.
Así como las Tablas de la Ley fueron “grabadas en piedra”, así abre el arado la tierra que acoge la semilla. Si al concepto de ley o jok le agregamos la idea de que, a su modo, tal rigor cortante también es útil para la letra, le-ot, veremos por
qué se considera a la Kábala una “agricultura celeste” o jaklaut rujanit en la que el tiempo para la siembra y otro para la cosecha, una selección de granos y –muy especialmente- también una delimitación del campo de trabajo.
La ley o jok será, entonces, y desde aquel momento de nebulosa historia que describe el Éxodo, la manera en que se transmite la vida. También para la genética existen leyes, y existen leyes de termodinámica que alumbran y apagan las estrellas.
El estudiante de Kábala o mekubal, entendido en las sutilezas psíquicas que nacen de la frecuentación de los textos y las ideas de la Tradición, es alquien para quien es posible el despertar, kam del corazón o leb. Núcleo y eje de los treinta y dos senderos de sabiduría.
Mekubal: cabalista, entendido
Leb Kam
Corazón Despierto, levantado
Como arma anímica, como instrumentos sutil, el cabalista cuenta para lograrlo con el zigzag del relámpago o barak cuyo trazado a lo largo y ancho del Árbol de la Vida lo convierte en un hijo o bien un fruto, bar de la Tradición o Kabalá. Si lo logra, en ese arduo pero milagroso camino cada iluminación o habraká será para él como un destello estelar entre las respiraciones:
Iluminación
Barak, Relámpago
L.V.X.
FRATER LUIS
No hay comentarios:
Publicar un comentario