jueves, 21 de mayo de 2009

Alocución del Festival de Pascua en Aries

[DE LUCIS TRUST]

El texto que sigue fue una alocución dada por un miembro del personal de la Sede Central de Lucis Trust en una de nuestras reuniones públicas. El propósito de estas breves alocuciones es preparar la mente del grupo para el trabajo real a ser realizado --la meditación grupal. Esta alocuciónpuede ser usada por individuos y grupos que deseen colaborar con este servicio.

Bienvenidos, amigos, al Festival de Pascua, el primero de los tres Festivales espirituales principales que observamos cada año en las lunas llenas de Aries, Tauro y Géminis. Este año tenemos la oportunidad poco común –una oportunidad que sólo llega una vez cada diecinueve años más o menos, de dos lunas llenas en Tauro. Por lo tanto el periodo llamado “interludio elevado”, en términos de afluencia de energía espiritual, un período que normalmente se extiende a lo largo de tres lunas llenas, durando dos meses desde el comienzo al final, este año se extiende a tres meses y cuatro lunas llenas. Esto exigirá más del grupo mundial que trata de colaborar en la creación del canal para la afluencia de las energías espirituales dirigidas hacia nuestro planeta en esta época cada año. Nuestro objetivo es participar en la construcción de un canal en la conciencia humana que tenderá un puente con los reinos de conciencia más elevados accesibles en nuestro planeta, mientras llega directamente a la conciencia humana, donde las mentes de los hombres y mujeres inteligentes de buena voluntad pueden ser inspirados y alentados; esto requerirá más disciplina, sostener una tensión espiritual más prolongada, por parte del grupo mundial que trata de colaborar con algún grado de comprensión en este servicio planetario.

Pascua es la primera de estas lunas llenas. Tradicionalmente se asocia al Cristianismo y es el gran festival religioso de Occidente, pero esotéricamente se ve de manera muy diferente a como lo entienden los Cristianos ortodoxos. Esto es importante de comprender, del mismo modo que es vital tener en cuenta que no estamos tratando de ponernos en contacto con la vida y la conciencia de Cristo, esta tarde, en términos de su asociación y relación con la religión Cristiana. Estamos trabajando con un acontecimiento planetario, que anticipó Cristo cuando dijo, “Otras ovejas tengo, no de este redil. También debo traerlas”. Él vino para toda la humanidad y ha prometido regresar para toda la humanidad, no sólo para los seguidores de la religión Cristiana que se ha desarrollado en su nombre.

La espera de un Salvador Mundial atraviesa muchas de las grandes religiones del mundo. El Imán Mahdi esperado por los Musulmanes Chiíes, Maitreya aguardado por los Budistas, y el Avatar Kalki cuya aparición está prevista por el Hinduismo, son variaciones, facetas diferentes, se podría decir, del reconocimiento colectivo de la humanidad de la necesidad de un Salvador Mundial en el proceso evolutivo. No para “salvarnos a nosotros mismos”, ya que sólo nosotros podemos hacerlo, individualmente y a través del auto-esfuerzo, sino para acelerar, estimular y llenar de energía el alma de la humanidad para dar su siguiente paso en la evolución como parte del triángulo planetario formado por los centros de Shamballa, la Jerarquía y la Humanidad.

El objetivo de los interludios elevados que, año tras año, desempeñan un papel tan poderoso en nuestra evolución planetaria, es la unificación, que conduce al reconocimiento de la síntesis subyacente que une todos los aspectos de nuestra vida planetaria en una totalidad que a veces se llama la trama de vida. Es inútil intentar expresar en palabras esta intrincada interrelación de nuestra vida planetaria, pero significa, en primer lugar, que cada uno de nosotros es parte de una distribución de energía en la que incluso “el menor de nosotros” puede desempeñar un parte en este Festival y colaborar con Seres mucho más avanzados en un acto de salvación planetaria.

Aquello en lo que estamos participando está bellamente descrito por el maestro Tibetano que escribió Telepatía y el Vehículo Etérico. En este libro se describe un Ashrama como un centro de conciencia espiritual trabajando directamente bajo la supervisión e influencia de uno o más Maestros de Sabiduría, y cuyo radio llega a nuestra vida planetaria solo en la medida en que los miembros de la humanidad pueden, desde su extremo, tender incluso un filamento del puente en conciencia desde las mentes humanas al Ashrama. Aquí es donde nosotros y nuestros compañeros de meditación entramos: Nosotros, como miembros de la humanidad que vivimos en el mundo y que participamos en la experiencia humana de la vida en la tierra, tenemos la oportunidad de colaborar en una gigantesca meditación planetaria a través del uso de nuestras imaginaciones creativas. Podemos servir como “un hilo de energía amorosa dentro de la corriente de amor divino”, como dice la Afirmación del Discípulo. Tomémonos un momento ahora para unirnos con nuestros compañeros de meditación por todo el mundo en una dedicación compartida para colaborar con los Grandes Seres, y digamos juntos la Afirmación del Discípulo.

Soy un punto de luz dentro de una luz mayor
Soy una corriente de energía amorosa dentro de la corriente de Amor divino
Soy un punto de fuego de sacrificio enfocado dentro de la ardiente Voluntad de Dios
Y así permanezco.

Soy un camino por el cual los hombres pueden llegar a la realización
Soy una fuente de fuerza que les permite permanecer
Soy un haz de luz que ilumina su camino
Y así permanezco

Y permaneciendo así, giro
Y huello el camino de los hombres
y conozco los caminos de Dios
Y así permanezco

Esta afirmación expresa un poco el objetivo del Ashrama, que es servir como “una fuente radiante de impresión jerárquica sobre el mundo”. Sus esfuerzos se dirigen hacia la expansión de la conciencia humana. El Ashrama está compuesto de las vidas magnéticas de los miembros del grupo que cumplen sus deberes, obligaciones y responsabilidades en el mundo exterior, y también por la actividad vibratoria constante de los miembros del Ashrama que no están en encarnación física.

“Los miembros del Ashrama constituyen un canal unido para las nuevas energías que, en este momento, están entrando en el mundo”, escribió el Tibetano. Estas energías se vierten dinámicamente del Ashrama hacia el mundo. Fluyen con potencia a través del Maestro en el corazón del Ashrama; se mueven a ‘velocidad luminosa’ por todo el círculo interno; son bajadas por aquellos que constituyen el círculo externo, y esto es correcto y bueno; son demoradas por el principiante y el nuevo discípulo paraprorrumpir en el mundo de los hombres, y esto no es tan bueno. Son demoradas porque el nuevo discípulo ha vuelto la espalda al mundo de los hombres y sus ojos están fijos en la meta interna y no en el servicio externo; permanece fijo en el Maestro y Sus principales discípulos y trabajadores, y no en la necesidad humana.

“Es esencial que los servidores en todas partes tengan una comprensión, nueva y clara, del trabajo a realizar y que se conviertan en ‘canales transmisores y no en puntos dilatorios de interés egoísta’ en el flujo divino. Esto requiere visión y valentía. Requiere valentía para ajustar sus vidas – diarias y en todas las relaciones – a la necesidad del momento y al servicio de la humanidad; requiere valentía para acometer los problemas de la vida en beneficio de los demás y para borrar los propios deseos personales en caso de emergencia o de necesidad, y hacerlo consistentemente y permanentemente. Sin embargo, hay mucho para animar al servidor. La humanidad ha alcanzado ahora un punto de desarrollo en el que hay una comprensión definida del Plan de la Jerarquía – llámenlo fraternidad, reparto, internacionalismo, unidad o lo que quieran”. Esta es la petición de Tibetano.

Para desempeñar su parte en esta transmisión de energías espirituales, el discípulo tiene que aceptarse a sí mismo tal como es, y luego continuar subordinándose a sí mismo, sus asuntos y su tiempo a la necesidad de la hora – especialmente durante una crisis grupal, nacional o mundial. Cuando logra hacerlo, descubre que sus propios asuntos privados son atendidos, sus capacidades se incrementan y sus limitaciones son olvidadas. Seguramente esta descripción de la necesidad debe ser suficiente para inspirar nuestro compromiso de ayudar al nuevo grupo de servidores del mundo a hacer frente ala presente crisis. La idea central del nuevo grupo de servidores del mundo es “vincular la intención jerárquica con la aspiración humana y por lo tanto, llevar a la humanidad más cerca de su meta. La intención de la Jerarquía es incrementar la capacidad para la libertad del hombre”. Hoy en día escuchamos hablar mucho acerca de la libertad –se convierte en el llamamiento de la actual administración para justificar y movilizar el apoyo a sus políticas internacionales. Se asume que la libertad es la mayor aspiración de todo ser humano, y quizás así es, pero hay muchas maneras de interpretar la libertad. No podemos asumir que todas las personas entienden esto en profundidad, la aspiración fundamental humana de la misma manera, y aquí no estoy hablando sólo de diferencias culturales e históricas, sino de diferencias en los niveles de conciencia.

Alice Bailey vincula la capacidad para la libertad con la receptividad a la “vida más abundante” que Cristo traerá y “que requiere que el espíritu del hombre sea libre –-libre para acercarse a la divinidad y libre también para elegir el Camino de este acercamiento”. ¿No es esta demanda de libertad espiritual la que está detrás de muchos de los disturbios que sufre la humanidad hoy en día? Las antiguas doctrinas religiosas ya no inspiran a todo el mundo ni los mantienen paralizados con el miedo suficiente para conseguir su sumisión. Hoy en día las personas inteligentes y de aspiración espiritual exigen un nuevo acercamiento a la divinidad que intuyen que se encuentra en el núcleo del sentido de la vida. Quieren libertad para buscar esa divinidad en senderos que coincidan con su actual comprensión espiritual. Este deseo es una parte intrínseca del Festival de Pascua, cuando las Fuerzas de Reconstrucción están disponibles excepcionalmente para nuestro planeta. Estas fuerzas están asociadas con la restauración, no del antiguo orden o la resurrección de antiguas formas e instituciones, sino de la aspiración humana, del verdadero idealismo, y del humanitarismo entregado.

Estas fuerzas están asociadas únicamente con Aries, el signo en el que tiene lugar el Festival de Pascua, porque Aries es conocido como “la cuna de las ideas”. Su nota-clave es “surjo y desde el plano de la mente rijo”. Todas las iniciativas comienzan con una idea, y se dice que Aries es el origen, el comienzo y el iniciador de la Nueva Era y de las próximas civilizaciones, que conducirán a la aparición del Reino de Dios en la tierra. La nota-clave del último año se refería a esto: Que el grupo revele la realidad del reino de Dios, la Jerarquía planetaria. Ahora con este Festival comenzamos a trabajar con una nueva nota-clave: Cuando una crisis humana y una crisis jerárquica coinciden, emerge un momento de oportunidad. Que el grupo responda. La crisis es un tema dominante en el mundo en este momento, y cuando encontramos la relación entre crisis, la capacidad para la libertad, la promesa de Cristo de una “vida más abundante”, y las Fuerzas de Restauración, logramos una comprensión más profunda de la maravillosa oportunidad que la crisis mundial actual está ofreciendo a la humanidad.

Según la ley espiritual, y tal vez sorprendentemente, las crisis y los conflictos pueden ser la causa de la búsqueda de la armonía, de relaciones humanas justas y del crecimiento del espíritu universal de buena voluntad entre las personas. Cada vez más, lo que es viejo y ya no es constructivo está siendo reconocido, y aquí estoy hablando no sólo de instituciones y costumbres, sino también de actitudes y creencias. Hoy en día, cada ser humano se ve obligado a examinar su propia mente y corazón para descubrir la posible presencia de actitudes y creencias que constituyen un obstáculo para la renovación de la vida. Un poderoso ejemplo fue el discurso de Barack Obama sobre las relaciones raciales en América, en el que trató de abordar un tema que es una poderosa fuente de dolor, de incomprensión, rencor callado y desconfianza para muchos Americanos. Imagínense ¿qué posibilidades podrían extenderse delante si todos pudiéramos pensar en el tema de la raza de una forma completamente nueva, con una profunda confianza en la honradez esencial y en la buena voluntad de la mayoría de los seres humanos, en su capacidad para responder a la razón, y con la voluntad de comprender un aspecto intrínseco de la conciencia nacional de una forma totalmente nueva, con mentes y corazones renovados?Lo que el Senador Obama está pidiendo solo puede lograrse si obedecemos el mandato de San Pablo: “Pro consiguiente, sed transformados por la renovación de vuestra mente”. Las energías de Pascua y de Aries hacen que esto sea posible.

El poder de transformar la propia vida mediante la renovación del pensamiento se encuentra en el corazón del potencial humano para el desarrollo evolutivo. Esto es posible para todos los que pueden liberarse del poderoso condicionamiento de las antiguas formas pensamiento predominantes sobre la vida, el mundo, otros seres humanos –toda la letanía de agravios, esperanzas defraudadas y antiguos perjuicios que arrastran a tanta gente. Existe un mantram maravilloso que el Tibetano dio a uno de su grupo, que expresa la renovación de la mente liberada de los condicionamientos de pasado y del miedo al futuro: “El pasado ha desaparecido. Soy el pasado, que me hace ser lo que soy. Llega el futuro. Soy también el destino venidero, por lo tanto, soy ése. El presente fluye del pasado. El futuro colora lo que es. Construyo el futuro por mi ac­tual conocimiento del pasado y la belleza del presente y, en consecuencia, yo soy ese yo soy".

Pascua es el festival de resurrección, renovación, renacimiento –todos ellos se refieren a la liberación del materialismo. Esto es lo que es la verdadera muerte; enterrar el deseo de cosas materiales, porque es egoísta y miope. Lo que más espera el renacimiento es el principio de Cristo en los corazones de los hombres. Esto es lo que otorga una vida más abundante, esto es lo que traen las energías de vida de Acuario. Sabemos que el Cristo de Acuario se acerca a la humanidad cuando vemos evidencias crecientes dela voluntad –incuso la necesidad– de compartir.

La crisis actual está poniendo de relieve lo que dificulta el Plan, un Plan que debe ser desarrollado, manifestado, en la tierra. Cuando entremos en meditación ahora, reflexionemos sobre la demanda de la Gran Invocación de que la Luz descienda a la Tierra, de que Cristo retorne a la Tierra, de que el Propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres, de que se realice el Plan de Amor y de Luz, y de que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra. De esta manera, la revelación de la vida y la “vida más abundante”, que Cristo prometió cuando estuvo en la Tierra, proporcionará a los pensadores e idealistas y discípulos del mundo esa energía espiritual que impulsará la actividad correcta y la vida inspirada. “La luz y la ‘vida más abundante’ es lo que Cristo traerá, dice el Tibetano, “y no sabemos lo que significa. Pero a través de Él, la luz y la vida están en camino, para ser interpretadas y aplicadas en términos de buena voluntad y relaciones humanas justas”, dice. Trabajemos pues para ese objetivo.

Sarah McKechnie
Festival de Pascua en Aries
Nueva York,
20 de Marzo de 2008

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