[De Lucis Trust]
La práctica de la meditación, que generalmente se considera como una costumbre oriental, se ha generalizado desde hace algunos años.
CONTENIDOS
1. ¿Qué es la Meditación? ¿Por qué es una Ciencia?
2. Plegaria y Meditación
3. Redefinición de la Vida Espiritual
4. La Meditación: Una Disciplina Espiritual
5. Los Cuatro Componentes de la Personalidad
6. La Naturaleza del Alma
7. La Meditación: Puente entre el Alma y la Personalidad
8. El Valor del Alineamiento
9. La Meditación: Un Modo de Vida
10. La Meditación Creadora: Un Servicio Planetario
11. Peligros y Protecciones en la Meditación
12. La Meditación Grupal
13. El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo: Un Grupo de Meditación y de Mediación
14. Meditación de Luna Llena
15. La Séxtuple Progresión del Amor Divino
16. La Meditación Oculta: Un Ejemplo
¿Qué es la Meditación? ¿Por qué es una Ciencia?
El diccionario Webster define el término "meditar" como "introducirse en la contemplación o la reflexión". Ésta es una descripción exacta de una de las formas efectivas que puede tomar la meditación moderna. Va más allá del método místico que consiste en buscar el éxtasis de la unión con lo divino o con Dios para sí mismo. Trasciende el objetivo de muchas meditaciones modernas que ponen énfasis en la "paz de la mente" obtenida separando la mente de todas sus funciones normales, lo que a menudo provoca una sensación de parálisis mental más que de paz. Así la mente es incapaz de registrar, de interpretar y de poner en práctica.
Estas tres palabras probablemente dan la definición más exacta de meditación creativa –registro, interpretación y aplicación. Implican actividad mental, incluyendo causa y efecto, contacto con la fuente de inspiración, y la capacidad consiguiente de usar y aplicar los frutos de la meditación.
Existe un método que se aprende y que se puede poner en práctica para obtener la concentración y el alineamiento de la conciencia vueltahacia la fuente primera de la inspiración espiritual – el alma. Todo comienza por la actividad mental, no sólo la de la mente inferior, que representa la facultad de análisis y dirección, sino también la que consiste en traer la mente inferior, dirigiéndola conscientemente, al alineamiento con la mente superior y el alma. Un "pensamiento-simiente" contemplado a la luz del alma produce nuevos pensamientos, iluminación mental, que la mente inferior interpreta y pone en práctica.
Puesto que la meditación tiene que ver con la receptividad mental, es esencialmente un medio de canalizar energía. Hoy los científicos tienden a estar de acuerdo en el hecho de que "todo es energía" – un aforismo oculto fundamental. La fuerza de vida que mantiene en vida toda manifestación es energía; la conciencia es la respuesta a la energía que infunde el corazón y la mente de los hombres. El pensamiento dirigido claramente en la meditación, con la mente permaneciendo firmemente en la luz del alma, es un método científico de entrar en contacto con esos aspectos mayores de la fuerza de vida que llamamos luz y amor y poder, de interpretarlos correctamente, y de dirigirlos, en forma de ideas y planes, en una actividad específica.
La meditación es una técnica científica en la que puede confiarse para obtener resultados, si se sigue con cuidado y precisión. Aunque las técnicas de meditación pueden ser aprendidas, la manera de aplicarlas varía de un individuo a otro. Cada uno debe encontrar su propia vía, pues la experiencia es la que permite convertirse en experto en el uso correcto de la mente, alinear la conciencia en la energía del alma y aprender cómo dar una expresión correcta en la meditación a los abundantes recursos espirituales disponibles en el servicio.
Plegaria y Meditación
La plegaria y la meditación son dos métodos distintos de acercamiento a la realidad. Ambos son igualmente legítimos y útiles. La plegaria se basa en el concepto de Dios Trascendente, más arriba y más allá del mundo de los quehaceres humanos. En cambio la meditación, apela a aquellos que reconocen a Dios Inmanente, actuando en el interior de Su creación. Cuando rezamos, hablamos con Dios; cuando meditamos, escuchamos a Dios, o dejamos que Dios hable con nosotros.
Las distinciones fundamentales entre plegaria y meditación son motivación y medio. La plegaria se basa en el deseo personal, y sus resultados dependen del fervor y la intensidad emocional; mientras que la meditación, está, o debería estar, motivada por el servicio al Plan y el bien mayor para toda la humanidad. La meditación utiliza la mente disciplinada para entrar en contacto con el alma y conocer la voluntad de Dios.
Tanto la plegaria como la meditación son de naturaleza invocativa. Ambas apelan a las fuerzas espirituales para la liberación de energías en respuesta a una demanda expresada, y ambos métodos funcionan. Los dos son necesarios porque la mayor parte de la humanidad todavía está centrada en el plano emocional.
La meditación es practicada por aquellos que reconocen que la divinidad – el "Reino de Dios" – está en el interior, y que la realización de Dios es un proceso natural. La utilización disciplinada de la mente, combinada con el servicio a los demás, es la manera de alcanzar esta realización. "Cristo en vosotros, esperanza es de gloria", es una realidad para el que medita.
Redefinición de la Vida Espiritual
La idea de desarrollo espiritual ha sido asociada casi exclusivamente a las religiones del mundo. Realizar un trabajo "espiritual" significaba convertirse en sacerdote, rabino o pastor, o entrar en una orden religiosa de un tipo u otro. La iglesia más bien que el alma humanase convirtió en el guardián de la vida espiritual. Hoy el individuo es el guardián de su propia vida espiritual y está en proceso de espiritualizar su vida material.
Mientras que el religioso postula que Dios está en todas partes, el científico ha descubierto que la energía está en todas partes. El principal problema que resulta de esta división relativamente moderna entre espíritu y materia concierne a la condición humana misma. Cuando la espiritualidad no estárelacionada con la vida diaria corriente, los valores inferiores, materiales tienden a mantener el dominio; mientras que para conseguir unas mejores condiciones mundiales, el bienestar humano y unas relaciones humanas correctas, las energías espirituales deben condicionar los valores y la vida material.
La palabra "espiritual" se refiere a las actitudes, las relaciones, el avance de un nivel de conciencia a otro. Está relacionada con el poder de adquirir una nueva visión y de ver nuevas y mejores posibilidades. Se refiere a todos los efectos del proceso evolutivo que conduce al hombre a extender progresivamente su sensibilidad;describe las expansiones de conciencia, las actividades que conducen a nuevas formas de desarrollo. Los descubrimientos de la ciencia, o la composición de alguna gran obra en el campo de la literatura o del arte, son otras tantas evidencias del desarrollo espiritual como las experiencias del místico o lo que registra el discípulo en contacto con su alma.
El reconocimiento de su propia naturaleza espiritual permite al individuo reconocer la divinidad en los demás y en todas las formas de vida. Al aprender a pensar en los demás como almas, empezamos a actuar en consecuencia. Cuando cada uno progresa y adquiere una comprensión más inclusiva y compasiva, ayuda a elevar a la familia humana y a acercarla a su destino espiritual – el establecimiento del Reino de los Cielos en la tierra.
La Meditación: Una Disciplina Espiritual
Dado que la palabra "espiritual" se aplica virtualmente a todos los campos de la vida, describe todo lo que conduce a una mayor visión, comprensión, e integración con las variadas formas que toma la vida. La espiritualidad implica una esfera de influencia y responsabilidad en constante expansión.
La palabra clave en el desarrollo espiritual es disciplina. El alma puede contar con una vida mental, emocional y físicamente auto-disciplinada. Los primeros contactos ocasionales entre el alma y la personalidad, propiciados por la meditación, pueden aumentar en duración e intensidad cuando la personalidad disciplinada ofrece un canal preparado para ser utilizado por el alma. Una disciplina cuidadosa y exenta de fanatismode los vehículos de la personalidad egocéntrica – vehículos que son estados de conciencia – establece una relación de trabajo entre la personalidad y el alma, conduciendo la vida personal al alineamiento con la intención del alma.
La disciplina de la meditación diaria como medio para entrar en contacto con el alma y para desarrollar la conciencia y la fusión con el alma, es uno de los principales medios para espiritualizar la vida en este planeta y para ayudar a la exteriorización del Reino de Dios.
Los Cuatro Componentes de la Personalidad
La ciencia de la meditación implica el hecho de que el ser humano es esencialmente una entidad espiritual ocupando la forma de una personalidad. La personalidad misma está compuesta de cuatro vehículos o cuerpos: los cuerpos mental, emocional, etérico y físico denso. La Meditación tiene como objetivo la utilización correcta y el control de los vehículos de la personalidad, su integración en un todo unificado y coordinado, y, finalmente, la fusión de la personalidad integrada con el alma.
Cada uno de los vehículos de la personalidad es el agente de un tipo particular de energía y experiencia, proporcionando a la vez un mecanismo de percepción y un medio de expresión. La mente, o cuerpo mental, distingue lo verdadero de lo falso, evalúa los hecho y sopesa las opiniones e ideas de los demás. La mente planifica y decide; es esencialmente un mecanismo creativo. El cuerpo emocional es el componente de la personalidad que percibe y expresa sentimientos –amor, odio, deseo, aspiración, ira, o la gran masa de las otras emociones. El cuerpo etérico es el cuerpo de energía, que interpenetra la materia física densa y la condiciona con el tipo y cualidad de la energía que fluye a través de los canales etéricos. El cuerpo etérico es el medio de contacto y de respuesta al océano de energías en el que vivimos. El vehículo físico denso funciona principalmente como un autómata, respondiendo a los pensamientos y sentimientos que fluyen, como energías, a través del cuerpo etérico, motivando las actividades físicas.
El trabajo de la meditación es necesario para armonizar las facultades de pensar y de sentir, para coordinar e integrar los cuerpos mental y emocional en un todo coherente, evocando el flujo de energía que emana del alma. Con los cuerpos mental, emocional y físico bajo la guía del propósito espiritual, los conflictos internos son resueltos y la personalidad integrada se convierte en un vehículo puro para la expresión del alma, un medio de liberar una gran luz y más amor en el mundo de los asuntos humanos.
La Naturaleza del Alma
El alma es la sede de la conciencia y la cualidad, el verdadero servidor, el discípulo. El término "discipulado" define el esfuerzo de vivir una vida de servicio con sus inevitables expansiones de conciencia.
El alma es la voluntad al bien inteligente del principio amor, el centro de la fuerza espiritual a través del cual pueden realizarse los Planes de Dios. Cada forma de cualquier tipo, se trate de un átomo, un ser humano, o un planeta tiene – o es – un alma. El alma, o principio conciencia, aunque es idéntica en naturaleza en todos los seres humanos, varía en función del grado de desarrollo que ha alcanzado.
El estudiante de meditación necesita una fuente de enseñanzas prácticas en las que tenga confianza y que pueda poner a prueba y aplicar a sí mismo. Cada expansión de conciencia, siempre iniciada por el individuo mismo, le permite expresar la conciencia del alma cada vez más clara y más exacta. Existe una "cadena" jerárquica, en relación con la vida del alma, que relaciona a todos aquellos que son capaces, en cierto grado, de expresar las cualidades y principios de nuestra vida planetaria en evolución. Todo está interrelacionado y es interdependiente, de la unidad a la totalidad, y la realización de cualquier individuo afecta profundamente a la totalidad.
El alma humana incluye, pero no está limitada por la personalidad a través de la cual se expresa la vida. Por la meditación y la contemplación, y por el propósito sostenido del discípulo, el alma ilumina la mente e inspira el corazón, que a su vez transmite comprensión y sabiduría al cerebro. La psique o alma, el sujeto que percibe o pensador, es la chispa inmortal, imperecedera de divinidad, el Hijo de Dios, la inteligencia espiritual que es el hombre real.
La Meditación: Puente entre el Alma y la Personalidad
El reconocimiento de la dualidad en la naturaleza humana provoca, con el tiempo, la intención de construir un puente o enlace entre la personalidad y el alma, puesto que el alma siempre busca la unión consciente con la personalidad que es su expresión. Mientras que la aspiración puede proporcionar el motivo, el trabajo real en la construcción del puente se lleva a cabo en el nivel mental, basado en la capacidad de controlar la mente por medio de la disciplina de una meditación regular.
La meditación establece la relación entre el alma y la personalidad. Es una relación de cooperación, conduciendo finalmente a la fusión del alma con la personalidad. El trabajo está basado en la simple premisa de que la energía sigue al pensamiento y se conforma a él. El uso correcto del poder de la mente puede lograr cualquier propósito, bueno o no tan bueno. La meditación ocultista implica una mente enfocada, la capacidad de visualizar, la habilidad para construir formas mentales y utilizar la imaginación creadora, además de una exacta comprensión del propósito del alma.
Este tipo de meditación eleva la cualidad de vida. Crea un camino iluminado de relación y comunicación entre el dominio subjetivo del alma y su expresión objetiva, la personalidad. A medida que la personalidad se adapta y se subordina al dominio del alma como Yo real, es, a su vez, redimida por la luz y la energía del alma, y todos los aspectos de la vida en el plano físico son irradiados y elevados.
El Valor del Alineamiento
La meditación es, o debería ser, una experiencia profundamente espiritual que conduce a una relación justa con Dios y a justas relaciones humanas en la vida cotidiana. Esencialmente es el medio por excelencia de establecer un alineamiento entre los diferentes aspectos de la vida planetaria que, desde el ángulo de la conciencia y de la forma, parecen estar separados.
La meditación creadora comienza con un ejercicio de alineamiento y da como resultado un alineamiento más profundo, más extendido y más sostenido entre el meditador y todo lo que le circunda. El alineamiento pone los diferentes niveles y estados de conciencia en "línea" unos con otros, o los ajusta correctamente los unos en relación con los otros.
En la meditación el alineamiento afecta al cuerpo mental -la mente; a la naturaleza emocional sensible -el corazón; al cuerpo etérico o energético y al yo físico. Cuando estos componentes están integrados en una unidad, pueden alinearse, entonces, con el alma misma, el Yo espiritual. Con esto se crea un canal de comunicación que vincula el cerebro, el corazón, la mente y el alma; de este modo, la energía vital del alma, con su poder para iluminar e inspirar, puede pasar rápidamente a la actividad, afectando a cualquier aspecto de la vida diaria.
En este proceso, la mente es el principio activo. La mente ve, visualiza, concentra la energía necesaria y enfoca la actitud requerida. Sin ser necesariamente consciente de los resultados obtenidos, la mente puede actuar triunfalmente como si el alineamiento necesario hubiera sido creado. La repetición constante y la atención enfocada proporcionan los materiales de base para la construcción.
Una vez creado en la conciencia, el alineamiento esencial está siempre presente, necesitando tan sólo un momento de pensamiento dirigido para ser actualizado como un elemento activo en la relación entre la vida interna y externa.
La Meditación: un Modo de Vida
La meditación ofrece una alternativa a los valores puramente materiales de la vida moderna. Es un medio de armonizar o resolver el aparente conflicto entre los aspectos material y espiritual del vivir. La meditación no es una huida de la realidad, sino un sendero para descubrir el Yo verdadero, el ser espiritual, el alma. El objetivo básico de la meditación es capacitar a la persona para llegar a ser -en su manifestación externa- lo que es en su realidad interna. La meditación conduce, a lo largo del sendero del devenir, hacia la capacidad espiritual de ser, de conocer y de hacer. Por consiguiente, la meditación comprende toda la expresión de la vida, subjetiva y objetiva. Tiene como objetivo la utilización de la mente por el alma a fin de llevar a cabo acciones en conformidad con el plan establecido para la humanidad. Dentro de este proceso centrado en el Plan, la unidad en meditación es estimulada e iluminada, y se le presenta la verdadera oportunidad de contribuir a la evolución planetaria con la riqueza individual que cada uno contiene en potencia. La verdadera meditación ocultista se practica como un servicio a la raza humana.
Hoy día, el alma de la humanidad está en vías de tomar el control del modo de vida de la personalidad. Se ha iniciado el largo proceso que conduce a la infusión del alma de la raza. La práctica de la meditación puede servir ahora para acelerar y llevar a cabo el proceso en el planeta como un todo. En el pasado, la cooperación con el ritmo planetario de meditación fue, por un tiempo, el servicio reservado a unos pocos pioneros; hoy día, puede convertirse en un modo de vida para muchos.
La Meditación Creadora: un Servicio Planetario
La técnica de la meditación gobierna todas las expansiones de conciencia, incluyendo todo el proceso de desarrollo evolutivo del planeta. Es la técnica de contacto y de aprehensión espirituales, el medio de fomentar la evolución de la inteligencia humana, la capacidad de amar y la habilidad de poner la voluntad personal en alineamiento con la voluntad divina.
La meditación es el medio más efectivo para trascender el sentido restrictivo de separatividad y de aislamiento que aprisiona la conciencia humana haciéndola fútil. Es el principal agente creador en nuestro planeta. La meditación, en este tiempo, tiene el poder de cambiar las condiciones, invocar las potencias espirituales superiores, trabajar con concentración -tanto vertical como horizontalmente- en el mundo de los hombres y en el Reino de Dios. Es esta actividad vertical y horizontal la que contiene el secreto de la meditación creativa.
La intención de servir a la humanidad es el motivo esencial para toda meditación verdaderamente creadora. La expansión de la mente humana se basa en la capacidad de amar y servir al prójimo. El resultado final en la conciencia del hombre es la iluminación, la sabiduría y la voluntad hacia el bien, más una capacidad creciente para cooperar en propósitos creativos y redentores de nuestra vida planetaria. La meditación, como servicio planetario, es tan práctica como efectiva.
Peligros y Protecciones en la Meditación
El camino de la meditación es muy parecido a cualquier otro camino en el que se sigue una trayectoria para alcanzar una meta. Y, como ocurre en cualquier otro sendero, al viajero se le pueden presentar ciertos escollos. La meditación no es perjudicial en sí misma, pero si es mal utilizada o se practica imprudentemente, puede crear problemas personales al meditador.
La mejor protección durante la meditación es el simple sentido común, y una actitud equilibrada. El sentido común desplaza todo exceso de entusiasmo y de fanatismo, así como cualquier concentración demasiado rígida sobre la meta, que pueda conducir a la fatiga física o mental. El sentido de equilibrio permite comprender que el desarrollo de la conciencia es un progreso gradual a largo plazo, y que, por lo tanto, los cambios no suceden de la noche a la mañana. Esto evita el desaliento que sufre el neófito cuando las grandes revelaciones no llegan tan pronto como él desea.
Uno de los mayores escollos en la meditación y también uno de los mejor conocidos, es el caso del individuo que llega a perderse tan profundamente en su propio mundo subjetivo que tiende a apartarse de la realidad física. La meditación debería conducir a una bien determinada expresión de la vida. Un esfuerzo mental demasiado fuerte o una sobreestimulación pueden ser corregidos por la expresión de las experiencias mentales en hechos de orden físico. Esto puede realizarse intentando traducir las visiones e ideas más elevadas en algún proyecto o actividad que pueda beneficiar a otros.
Un segundo peligro posible en la meditación es el de la sobreestimulación emocional. La meditación trae a la vida del meditador un creciente flujo de energía que tiende a acentuar tanto las cualidades positivas como las negativas, llevándolas a la superficie donde pueden ser claramente percibidas. Cada meditador es responsable de manejar esta mayor afluencia de energía, debiendo descubrir sus propias debilidades emocionales y esforzarse por mantener un foco armonizador de atención en el plano mental.
El estudiante de meditación debería proceder lenta y cautelosamente. Cualquier cosa que valga la pena requiere tiempo y esfuerzo. Los resultados que se obtienen de un lento proceso de construcción, serán probablemente más duraderos que los resultados de un trabajo realizado precipitadamente con la esperanza de un éxito inmediato. El estudiante debería también procurar ser regular en la meditación. Veinte minutos de trabajo diario es mejor y más seguro que cuatro horas seguidas de trabajo realizado una vez al mes.
La protección más segura se encuentra en la vida de servicio. La meditación genera energía e inspiración. Si ésta no se expresa en alguna forma de servicio, puede producirse una congestión o una sobreestimulación. El servicio es el uso correcto de la energía, de la visión y de la inspiración del alma.
La Meditación Grupal
Aunque la meditación en sus comienzos puede desarrollarse como una actividad solitaria, al igual que cualquier otro campo de interés, el individuo llega, tarde o temprano, a ser parte de un todo mayor del que extrae la significación y el propósito. A través de la meditación, el hombre emerge a un estado de conciencia compartido con otros, un estado tan real como la existencia física, aunque caracterizado por diferentes tipos de percepción. El meditador encuentra una comunidad o fraternidad en el plano de la conciencia. Así se adentra en la meditación de grupo.
Esto no significa que haya que meditar juntos en el mismo lugar y al mismo tiempo. El verdadero lugar de encuentro del grupo se encuentra en el plano mental, el plano de la mente.
En términos metafísicos, la meditación tiene lugar fuera del tiempo y del espacio, pero lo que es importante en la meditación grupal es el sentido de un enfoque y de un interés comunes, de una atención grupal sobre el objeto de la meditación. Las personas que componen un grupo están unidos por una idea y un interés compartidos, y no tanto por una relación personal. Los grupos pueden trabajar juntos y meditar sobre muchos temas diferentes, pero el tema subyacente, en el trabajo de grupo, es el servicio a la humanidad. De este modo, el grupo desempeña su parte en la vida planetaria. Los grupos pueden trabajar para atraer mayor luz a los asuntos humanos y condicionar la atmósfera subjetiva del planeta. Trabajan con energías tales como luz, amor y buena voluntad, ayudando a liberar estas energías subjetivas en la vida física diaria. Aunque estos grupos pueden estar trabajando para iluminar el entorno humano, no utilizan la fuerza. No intentan, por ejemplo, dirigir la energía hacia la mente de un indidivudo o de un grupo con la intención de cambiarles o influenciarles. Sin embargo, liberan luz o crean una condición subjetiva en la cual una persona o una nación puede permanecer más fácilmente en la luz de su propia alma.
La participación en el trabajo de meditación grupal produce, a menudo, efectos secundarios sobre las personas implicadas. A medida que uno trabaja en meditación grupal, obtiene gradualmente un mayor discernimiento respecto a los propios asuntos, a los asuntos mundiales y a la naturaleza de la interrelación de grupo. Los meditadores desarrollan un sentido de integración con sus colaboradores, así como un sentido de unidad e identidad con todos quienes sirven a la humanidad. En el proceso, los participantes adquieren un inapreciable conocimiento, es decir, aprenden por propia experiencia que hay una fuerza para el bien en el mundo, que existe un Plan para la evolución humana, y que lo que hacen en sus propias vidas y que contribuye al servicio, genera un cambio.
El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo: Un Grupo de Meditación y de Mediación
Existe una gigantesca meditación grupal que obra en diferentes fases sobre nuestro planeta. Todas las unidades de meditación y todos los grupos reflexivos están relacionados unos con otros a través de su propósito espiritual unificado. Ese propósito es el servicio al Plan para el fomento de la evolución humana. En esta meditación, dos centros o grupos planetarios mayores están trabajando en concierto con el reino humano; uno de ellos es la Jerarquía Espiritual del planeta y el otro es el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. La Jerarquía Espiritual es conocida bajo muchos nombres; para los cristianos es el "Reino de los Cielos y de Dios"; en Oriente, es la "Sociedad de Mentes Iluminadas". Ese grupo comprende aquellos hijos de Dios que, a lo largo del sendero de evolución, han viajado más lejos que el resto de la humanidad, habiendo trascendido las limitaciones del estado de conciencia estrictamente humano, y que, sin embargo, continúan sirviendo a la humanidad y al Plan.
Hoy día, un número creciente de hombres y mujeres comienzan a ser sensibles al Plan y están trabajando para su despliegue. Todos forman parte de un grupo subjetivamente unificado y conocido por el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo (NGSM). Este grupo representa un éxito en el marco de la evolución, pues, por primera vez en la historia de la humanidad, un número substancial de hombres y mujeres están reconociendo el papel del reino humano en la continuidad de la vida y la conciencia en este planeta. La humanidad permanece como un reino puente entre el Reino de Dios y los reinos inferiores -animal, vegetal y mineral-, y como tal cumple la tarea del divino mediador. El NGSM media entre la Jerarquía y la humanidad, manteniendo un canal vibrante y radiante a través del cual puede fluir la inspiración. Los miembros del NGSM aceptan conscientemente esta responsabilidad para la redención planetaria.
Los miembros del NGSM pueden ser o no conscientes del grupo como un todo o del lugar que ocupan en él. Están vinculados entre sí por su amor a la humanidad, por su constante esfuerzo para mejorar la condición humana y dar forma a las ideas y principios que deben encontrar una aplicación universal. Por medio del uso creador de la mente, esto es, a través de la meditación, esos hombres y mujeres son capaces de penetrar en el dominio del alma y poner de manifiesto esa divina energía de manera que pueda ser utilizada por el hombre. Perciben y adaptan el Plan para la humanidad y ayudan, con su pensamiento meditativo, a producir ideas prácticas que servirán a toda la raza humana.
En el corazón de este grupo de servicio se encuentran aquellos que utilizan la técnica de la meditación ocultista para alinearse conscientemente con la Jerarquía y, así, revelar el Plan a un mundo necesitado. Todos los hombres y mujeres de buena voluntad pueden participar en este periodo de transición espiritual tan importante. Poco importa el grado de desarrollo espiritual que una persona haya alcanzado; siempre puede ayudar, de alguna manera a crear un futuro mejor y, obrando así, llegar a formar parte del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo.
Meditación de Luna Llena
La meditación en el momento de la luna llena es una importante forma de servicio. La luna llena de cada mes es un periodo de intensificación de la energía y de elevada actividad espiritual; un momento de inspiración, de intuición y de mayor oportunidad para servir. La meditación en el momento de la luna llena es una técnica para establecer contacto efectivo con la luz y el amor actualmente necesarios en los asuntos humanos. En el momento de la celebración de la luna llena, ésta se encuentra en el lado opuesto de la tierra y alejándose del Sol. Esto permite la relación plena, directa y sin obstáculos entre la tierra y el sol, fuente de nuestra vida, nuestra energía y nuestra conciencia, lo cual simboliza la relación existente entre la personalidad humana y el alma. El tiempo de luna llena es la pleamar de las energías espirituales, tanto en el planeta como en el mundo del pensamiento humano. Quienes eligen servir de este modo, emprenden el trabajo mental de redención y renovación, transformando e iluminando la atmósfera interna de la conciencia humana. Es necesario alinearse subjetivamente con el grupo planetario de meditadores, tanto para llevar adelante el trabajo científico de este campo, como para proteger a la persona de una posible sobreestimulación. La participación de gente de muchas naciones aumenta la efectividad de este trabajo de servicio, por medio de la meditación; el grupo es más grande que la suma de sus partes.
En el momento de la luna llena, la afluencia de energía espiritual se acrecienta gracias al pensamiento enfocado de los meditadores en cooperación. Esto produce varios efectos: refuerza la relación subjetiva entre todos los miembros del reino humano; influencia también la relación entre la humanidad y los demás reinos que coexisten en este planeta. Las rectas relaciones humanas son una indicación de una correcta relación entre hombre y hombre, y entre el hombre y Dios; esto, a su vez, aclara el camino para la emergencia de una cualidad de vida más elevada.
Cada mes, durante la luna llena, el sol está alineado con uno de los doce signos del zodíaco. Los signos indican la cualidad de las energías subjetivas disponibles, durante ese mes, para ser transmitidas. En los ciclos anuales, la humanidad como un todo está expuesta a toda la gama de experiencias. Estas energías y cualidades estimulan la evolución de la conciencia humana; las energías zodiacales pueden ser utilizadas por todos los individuos.
El trabajo consciente con estos diferentes tipos de energía espiritual lleva la inspiración y las ideas al alcance de las mentes y de los corazones humanos. La meditación, especialmente cuando se realiza en forma grupal y subjetiva, estimula un nuevo factor en la conciencia humana – una creciente madurez espiritual. Este amplio trabajo planetario de servicio mundial contribuye a la tarea de civilizar espiritualmente el planeta Tierra.
La Séxtuple Progresión del Amor Divino
La ciencia de la meditación se basa en el trabajo con energías subjetivas. El meditador experimentado puede, en su meditación, cooperar con otros para distribuir tales energías, allí donde son más necesarias, por medio del poder del pensamiento. La energía primaria, subyacente a toda vida sobre este planeta, es la energía del amor irradiante de Dios, o Aquel en Quien vivimos, nos movemos y tenemos el ser.
De la misma manera que el latido del corazón humano establece el ritmo por el que circula la sangre a través del cuerpo, la energía del amor fluye a través de la vida con su propio modo y ritmo. En el caso de nuestro planeta Tierra, el flujo y reflujo del amor emanante del corazón del Sol está indicado por los ciclos de la luna. El momento de la Luna llena es la marea alta del flujo planetario, simplemente porque la Luna no se interpone entre el Sol y la Tierra, sino que está directamente opuesta al Sol. En los periodos de Luna llena, cada uno puede participar más plenamente en el caudal de amor divino, ya que el flujo de energía se encuentra, entonces, en su punto culminante. Cada luna llena ofrece la posibilidad de ser parte consciente en el gran proceso planetario - la abarcante corriente de energía, conocida como la séxtuple progresión del amor divino.
Esta progresión comienza simbólicamente en el centro coronario planetario (Shamballa), el centro del propósito y de la voluntad del planeta, el centro donde se origina la voluntad al bien. Esta voluntad al bien es trasmitida como amor esencial. Desde el centro coronario planetario, la corriente de amor fluye hacia el corazón planetario, la Jerarquía espiritual. La Jerarquía es el Reino de las Almas, el quinto reino de la naturaleza o Reino de Dios. Está compuesto por quienes han pasado más allá de la etapa de evolución estrictamente humana, para entrar en lo que podría llamarse estado superhumano. La Jerarquía es la depositaria del amor y de la sabiduría del planeta, y formula el Plan de luz y de amor para realizar el Propósito de Dios y hacer avanzar a la humanidad.
A medida que este flujo de amor llega a la Jerarquía, se concentra en un punto único, el corazón de amor en el interior de la Jerarquía, el Cristo. Es el Cristo viviente, instructor de ángeles y hombres, el mayor de esta gran familia de hermanos: la humanidad. El Cristo, manteniéndose en el corazón de la Jerarquía Espiritual, es el mismo gran Maestro mundial que las grandes religiones mundiales conocen bajo diferentes nombres.
Desde el Cristo, la corriente de amor divino fluye hacia el nuevo grupo de servidores del mundo, un grupo de individuos subjetivamente relacionados y que trabajan, cada cual en su lugar y a su manera, para encarnar y dar cuerpo a la luz y al amor en el corazón de los hombres y las mujeres de buena voluntad del mundo entero, aquellos que son sensibles al amor y a la idea de correctas relaciones humanas.
El flujo de amor emerge, finalmente, a fin de encontrar una expresión física, a través de diferentes puntos focales por medio de los cuales puede trabajar el Cristo. Uno de estos puntos focales podría ser, por ejemplo, un centro planetario importante como Nueva York, Londres o Ginebra, o una importante organización mundial como las Naciones Unidas.
Esta es la séxtuple progresión del Amor Divino subyacente en toda meditación. Desde el centro donde la voluntad de Dios es conocida, pasando por la Jerarquía Espiritual del planeta y a través del punto del corazón de la Jerarquía, el Cristo; del Cristo al NGSM quienes, a su vez, la dirigen hacia los hombres y las mujeres de buena voluntad por todo el mundo y hacia las actividades humanas en el plano físico externo de la vida.
Cada uno es parte de este proceso viviente. Cualquiera puede llegar a ser un participante consciente en este flujo de amor, en esta realidad planetaria subjetiva que subyace en el mundo externo de las cosas.os, o Aquel en Quien vivimos, nos movemos y tenemos el ser.
La Meditación Oculta: Un Ejemplo
Esencialmente hay dos tipos de meditación: mística y oculta. Y ambas se diferencian por sus distintas técnicas.
Las formas místicas de meditación se basan principalmente en la naturaleza sensible y activa de un deseo intenso de unión espiritual, o de alcanzar alguna experiencia espiritual personal. Este tipo de meditación tiende a ser introspectivo y autocentrado. La meditación oculta, por otra parte, se basa en todo lo que la experiencia mística ha podido aportar para llevar la idea de meditación un paso más lejos. El objetivo ya no es la iluminación y la inspiración personales, sino la utilización correcta de la técnica de meditación para servir a la elevación y la transformación del reino humano y del mundo en el que vivimos. La meditación ocultista es un método de cooperación en el proceso de evolución y redención planetarias.
Hoy día, en que tantos absurdos e inexactitudes se atribuyen al término "oculto", es útil tener presente una sencilla definición. El ocultismo es la ciencia del flujo de la energía y de las relaciones de la energía. La meditación oculta es un medio de dirigir la energía consciente e intencionadamente desde una reconocida fuente, a fin de producir efectos específicos.
Naturalmente, uno puede meditar con un objetivo puramente personal, para adquirir la facilidad en el contacto con fuentes de potente energía a fin de utilizarla para sus propios fines, materiales o sutiles. La energía, de por sí, es impersonal. Puede ser utilizada para fines tanto buenos como malos. El factor determinante en cada persona es la motivación. Si en la meditación tratamos de canalizar las energías de luz, amor y voluntad al bien, estas mismas energías traen consigo su propia protección contra las malas utilizaciones.
La energía más poderosa disponible para nosotros en el momento actual es la del amor. La verdadera naturaleza del amor es desinteresada e inofensiva. Si las cualidades inherentes a las energías que recibimos en la meditación no son también una parte de las energías del meditador, esas energías no pueden transmitirse de forma segura y efectiva. Hay, entonces, un bloqueo, un impedimento en el canal de transmisión que impide o desvía el flujo de energía y aborta su verdadera utilidad. La verdadera meditación oculta depende de la cualidad, del motivo, del estado de conciencia, de la condición espiritual y del propósito definido del meditador.
La meditación oculta es una actividad mental que requiere una condición de alineamiento, es decir, de unión entre los tres aspectos de la mente: el inferior o mente concreta, el alma, y el superior o mente abstracta. Este alineamiento integra los tres aspectos del meditador individual, el espíritu, el alma y el cuerpo, haciendo accesibles para él los recursos espirituales de la vida, la conciencia y la forma.
Por medio de este alineamiento, el meditador está unido también con el principio vital de todas las cosas que viven en el planeta, y con el alma o la conciencia de toda manifestación. De este modo, el alineamiento es doble, vertical y horizontal. Y esto crea la forma básica de toda meditación oculta verdaderamente espiritual.
Hoy día, el tipo más efectivo de meditación oculta es llamado Raja Yoga, la "Ciencia Real del Alma". Un yoga es un camino disciplinado a fin de conseguir la unión o el alineamiento, y una medida de control en algún plano de la conciencia. El Raja Yoga utiliza la imaginación creadora, el arte de la visualización y la utilización de un pensamiento simiente para ejercitar y expandir la mente en el mundo del significado y de la significación. Sólo siendo conscientes del sentido y de la significación de la vida, podemos funcionar plenamente como almas en encarnación.
El Raja Yoga procura al hombre espiritualmente despierto la correcta aplicación de toda la energía y de todos los recursos disponibles. La forma típica de la meditación ocultista del Raja Yoga podría formularse de la siguiente manera:
Primero, encontrar un momento y un lugar donde pueda hacerse el trabajo sin interrupción ni distracción. Por la mañana temprano es el mejor momento, antes de que la mente llegue a estar preocupada con los asuntos mundanos del día. La regularidad diaria es esencial.
Sentarse en una silla con respaldo recto, teniendo bien derrecha la columna vertebral, aunque con el cuerpo cómodo y relajado. Poner las manos, con los dedos entrelazados, sobre las rodillas. Efectuar algunas respiraciones lentas y profundas, a la vez que la conciencia se vacía de todo aquello que podría causar ansiedad y distraer la atención.
Elevar la conciencia a través de la imaginación creadora hacia un punto focal fuera y por encima de la cabeza. Considerar ese punto como la mente inferior, la mente analítica, crítica, tranquila y sin movimiento, como un tranquilo estanque de luz. Proyectar una línea de luz hacia arriba, al centro del alma, viendo al alma como un sol brillante, una fuente radiante de energía. Este es el Yo espiritual real.
Prolongar, a través de la visualización, la proyección de la línea de luz en dirección a la mente superior o abstracta, el aspecto inferior del Yo divino. Mantener este alineamiento iluminado en la imaginación por medio de la visualización. Esto debería llevar tan sólo unos minutos.
Hacer una pausa o intervalo, conscientes de la luz y la energía del alma como el punto central en la conciencia. Asi, manteniendo la mente firme en la luz, meditar durante unos minutos sobre un pensamiento simiente, por ejemplo "Que el alma controle la forma externa, la vida y todos los acontecimientos. Que el amor prevalezca. Que todos los hombres amen".
Examinar, primero, las palabras con la mente analítica; después, tratar de penetrar en el significado real interno. ¿Qué sucedería si el alma controlara toda la vida sobre la tierra y si el amor fuera la energía que relacionara a todo el género humano?
Visualizar, entonces, el flujo y la precipitación de energía en todo el planeta, desde el punto más elevado de la vida divina al punto inferior de la manifestación física.
Detenerse unos momentos para reflexionar sobre las vías y los medios de emplear las energías de luz y amor en todos los dominios de la vida humana, en todas las partes del mundo.
Finalmente, actuando como un canal para la transmisión de energía y como un acto de servicio a la humanidad, derramar las energías liberadas durante la meditación. Utilizar la Gran lnvocación para visualizar la luz, el amor y el poder irradiando e inspirando la conciencia humana:.
LA GRAN INVOCACION
Desde el punto de Luz en la Mente de Dios
Que afluya luz a las mentes de los hombres
Que la Luz descienda a la Tierra
Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios
Que afluya amor a los corazones de los hombres
Que Cristo retorne a la Tierra
Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida
Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres
El propósito que los Maestros conocen y sirven
Desde el centro que llamamos la raza de los hombres
Que se realice el Plan de Amor y de Luz
Y selle la puerta donde se halla el mal
Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra
OM OM OM
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